Hoy me he dado cuenta de una cosa al dejar
Pangani y de la que aún no era consciente completamente. Esto se acaba y voy a
echarlo mucho de menos cuando vuelva al Norte. Me he puesto a pensar en toda la
gente que, probablemente, no vuelva a ver. Toda la gente buena que he conocido durante
este tiempo y que ya he tenido que decirles adiós: Nil, Candela, Marga, Julius,
Segera… Y me da mucha pena pero el reloj de arena del tiempo no se detiene, y no se puede caminar hacia atrás como hacen los cangrejos. Hay
que seguir adelante. Y para nosotras ese “adelante” era volver a Same.
Fuente: www.thebeachcrab.com |
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