miércoles, 12 de agosto de 2015

07.08. Me paro y voto, del verbo votar.

No soy muy dada a opinar y menos a escribir sobre política. Lo primero, porque no tengo ni idea de nada y lo segundo porque tampoco me hace falta saber mucho para ver que la política es para el beneficio de unospocos, lo cual hace que los otrosmuchos salgan perjudicados.

El caso, política. Desde que estamos aquí, en Tanzania, todo el mundo habla de las elecciones o el tema de conversación deriva a ellas. Se palpa, está en boca de todos y es impresionante la implicación que tienen.

El mismo día que llegamos, mientras cenábamos en Same Town, estaban televisando un meeting de políticos. Me llamó mucho la atención que un grupo de locales rodearan la tele como si de una pantalla de cine se tratase.

Ya Nondo, nuestro taxista de Kili a Same nos dio una ligera idea sobre la política del país. Había un partido que siempre ganaba las elecciones y luego había intentos de cambiar la… Iba a decir dinámica, pero dinámica implica fuerza y movimiento… Y aquí lo que veo es “atanzanamiento”.  
¡Por cierto! Las mujeres tienen derecho a voto en Tanzania. Nos lo dijo Nondo.

Os cuento la consecuencia más directa de las elecciones y por lo que estoy dedicando esta entrada: el periodo de elecciones dura dos meses, y empieza dentro de dos semanas. Durante esos dos meses no es que no se pueda contar con nadie pero la gente aquí se vuelca en las elecciones, en los meetings y en los debates y ven poco más allá (como en todos sitios hay excepciones, por supuesto). El caso es que nuestro planning de trabajo está pensado para que, durante este periodo, se hagan cosas que no impliquen quedar con jefes, muñequitis y gente importante. Y no es broma, no es un método de escaqueamiento… Es totalmente cierta la situación.

Hamani, nuestro conductor a Malengu  nos dijo que las elecciones son cada 5 años, que efectivamente hay un partido mayoritario y que el jefe supremo sólo puede renovar como jefe otras elecciones más. Es decir, cada presidente del gobierno, suponiendo que ganara dos elecciones seguidas el mismo partido, estaría al mando durante 10 años máximo. Y justo este año toca cambio de personalidad. Creo que por eso hay tanta expectación, por el cambio y porque el segundo partido cada vez va ganando más fuerza.

Lo que me resulta chocante es que al estar hablando con él mientras callejeábamos le dijimos: “Este es tu momento si crees que las cosas pueden cambiar” y dijo “sawa, sawa…”. Creo que los tanzanos no creen en el cambio porque en el fondo son “felices” así y dudan de que su situación pueda cambiar a mejor.

He dicho antes Malengu y seguro que os ha sonado a chino (iba a decir a suajili). No os preocupéis, os contaré sobre Malengu muy pronto pero para que tengáis una ligera idea, es un pueblo cercano al Kilimanjaro, muy bonito, muy verde y con un café riquísimo que tuvimos el gusto de probar durante nuestro primer fin de semana en Tanzania.

Con esta entrada sólo quería destacar lo que habéis leído, que el país se implica en las elecciones hasta tal punto de parar su rutina.

Y cambiando de tercio os dejo con una foto super bonita de las montañas de Same como recompensa por haber aguantado esta gran chapa.



Usiku mwema! Write you tomorrow! 

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